Raúl Delgado Sayán UNI 1966. CIP 9927
Presidente Directorio CESEL S.A.
La Tierra, nuestro único hogar en el vasto universo, enfrenta desafíos sin precedentes que amenazan su equilibrio y la supervivencia de la humanidad. A lo largo de miles de millones de años, este planeta –un verdadero milagro cósmico–, ha sido moldeado para albergar vida, con una atmósfera rica en oxígeno, agua líquida en abundancia, un campo magnético protector y un delicado balance que permite nuestra existencia. Sin embargo, el cambio climático, el crecimiento poblacional, los conflictos bélicos y el riesgo de proliferación nuclear representan amenazas que podrían alterar irreversiblemente este equilibrio y poner en riesgo nuestra supervivencia como civilización. La responsabilidad de preservar nuestro hogar recae no solo en los ciudadanos, sino, de manera crucial, en los líderes de las principales potencias mundiales, quienes deben priorizar la colaboración global sobre la competencia.
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Fuente: NASA, Elaboración propia
La Tierra en Transformación: Desafíos Inminentes
El libro El Futuro de la Tierra de Alfredo Dammert ofrece un panorama detallado de las catástrofes que han marcado la historia del planeta, desde desastres naturales como tsunamis y terremotos hasta eventos provocados por el hombre, como las emisiones de CO2 desatadas por la Revolución Industrial y accidentes nucleares como Chernóbyl. Entre los desafíos futuros, el efecto invernadero destaca como el más probable y devastador en los próximos 30 años. Se estima que para 2050, las temperaturas globales podrían aumentar en 2.5°C, exacerbando la escasez de agua y alimentos. La agricultura, que consume el 70% del agua mundial, enfrentará una demanda 50% mayor, mientras que la población creciente requerirá duplicar la producción de alimentos (1).
Además, fenómenos naturales extremos, como huracanes e inundaciones, generan pérdidas económicas anuales promedio de 330 mil millones de dólares (2015-2023), con picos de hasta 380 mil millones en 2023 (2). Aunque los sistemas de alerta temprana han reducido la mortalidad, eventos como el tsunami del Océano Índico de 2004 (230,000 víctimas) o el terremoto de Turquía-Siria de 2023 (59,000 muertes) muestran su devastador impacto. Sin embargo, los conflictos bélicos modernos, como la guerra entre Ucrania y Rusia o el conflicto en Gaza, superan en daños económicos y humanos a estos desastres naturales. Por ejemplo, la reconstrucción de Ucrania podría costar 524 mil millones de dólares, casi tres veces su PIB (3), mientras que el conflicto en Gaza ha destruido el 70% de las viviendas, con un costo estimado de 50 mil millones (4).