Hay evidencia de que la productividad puede ser una buena herramienta para hacer frente a un ajuste de precios. 
Por: Francisco Ortuzar Cruz – Socio Orca Business Consulting
No es novedad que el mercado inmobiliario enfrenta riesgos de corto y mediano plazo, como la inflación en los materiales, alza de tasas de interés y acceso más restrictivo a los créditos, todo lo que lleva a encarecer finalmente el precio de las viviendas.
Ese es un impacto no solo para los clientes sino también para las empresas, por los mayores costos asociados, frente a lo cual deben actuar, enfocándose en capturar valor y aumentar la productividad, porque ésta es un buen mitigador del aumento de precios en la construcción, que pasa por una mirada desde la estandarización a la hora de construir, y no necesariamente por el lado de la industrialización.
Hay evidencia de que la productividad puede ser una buena herramienta para hacer frente a un ajuste de precios. Es un desafío y una oportunidad que debieran considerar las inmobiliarias y constructoras, porque existe brecha en ese ámbito.
La productividad en la industria de la construcción exhibe un rezago en relación al resto de la economía.
Es un buen tiempo para avanzar en productividad y rendimiento, en directo beneficio de clientes, trabajadores, accionistas, y por la activación económica del país, sobre la que la industria de la construcción tiene un papel relevante.