Capeco propone modelo de enfoque territorial para la gestión de Machu Picchu y el Megapuerto de Chancay

megapuerto de Chancay                     
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En la IEC N.° 93, Valdivia planteó un modelo de gestión con enfoque territorial para garantizar la sostenibilidad y desarrollo equilibrado.

Durante la presentación del Informe Económico de la Construcción (IEC N.° 93), el vicepresidente ejecutivo de la Cámara Peruana de la Construcción (CAPECO), Guido Valdivia, destacó la necesidad de implementar un enfoque territorial en la gestión de megaproyectos estratégicos del país, como Machu Picchu y el Megapuerto de Chancay.

Valdivia señaló que la sostenibilidad de estos proyectos emblemáticos dependerá de su planificación integral, la coordinación entre niveles de gobierno y la creación de un gestor urbano autónomo que articule las intervenciones públicas y privadas en cada territorio.

Machu Picchu: sostenibilidad en riesgo y necesidad de planificación integral

El informe advierte que la sostenibilidad de Machu Picchu se encuentra en riesgo por problemas de gestión turística relacionados con la venta de boletos, el transporte, el control de aforo y la calidad del servicio.

La próxima puesta en operación del Aeropuerto Internacional de Chinchero incrementará la presión turística sobre el Santuario, lo que exige una intervención integral en el Valle del Urubamba.

Según Capeco, este enfoque debe articular acciones turísticas, logísticas, productivas, de transporte, vivienda y gestión ambiental, distribuidas entre los distritos de Urubamba y Calca, para garantizar un desarrollo territorial equilibrado.

Valdivia propone la creación de un gestor urbano autónomo que formule planes, coordine intervenciones y convoque operadores. Esto con la participación del Gobierno Central, Gobierno Regional y municipalidades del valle, priorizando la preservación del patrimonio natural y cultural.

Chancay: oportunidades ante el desarrollo portuario y zonas económicas especiales

El Megapuerto de Chancay representa una de las mayores oportunidades de desarrollo logístico y urbano del país. Sin embargo, Valdivia advierte que su éxito dependerá de la capacidad de respuesta en infraestructura, equipamiento y vivienda, especialmente tras la aprobación de la ley que crea zonas económicas especiales privadas alrededor del puerto.

Si bien la Agencia Nacional de Infraestructura (ANIN) ha sido encargada de ejecutar proyectos de inversión. Capeco enfatiza que estos no están totalmente alineados con las necesidades territoriales.

Por ello, se plantea un modelo de gestión con enfoque territorial, complementado con un Plan Integral de Desarrollo Urbano. Este permita administrar el suelo estatal, garantizar servicios básicos (como agua y saneamiento) y supervisar concesiones e inversiones.

El gestor urbano autónomo también tendría la función de centralizar licencias y permisos, asegurar la coherencia entre la expansión urbana y las inversiones públicas. Además, promover un crecimiento sostenible y ordenado en el área de influencia de Chancay y Huaral.



Gestión territorial: clave para el desarrollo sostenible

Capeco sostiene que tanto Machu Picchu como Chancay enfrentan desafíos similares: la falta de planificación integral y de una entidad que articule las decisiones territoriales. La aplicación de un modelo de gestión con enfoque territorial debe ser liderado por un gestor urbano autónomo. Así, permitirá ordenar el crecimiento urbano, optimizar la inversión pública y privada, y garantizar la sostenibilidad ambiental y social de los megaproyectos.

En palabras de Valdivia, el desarrollo equilibrado del país depende de una visión territorial compartida, donde la infraestructura, la vivienda y los servicios se planifiquen de manera integrada para responder a las necesidades reales de cada región.

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