La obra conectará Montevideo (Pando, Bolivia) y Plácido de Castro (Acre, Brasil), impulsando el desarrollo, la educación y el comercio en la Amazonía fronteriza.
Bolivia y Brasil han dado un paso decisivo hacia la integración fronteriza con la planificación del puente binacional sobre el río Rapirrán. Esta estructura conectará Montevideo, en el departamento de Pando (Bolivia), con Plácido de Castro, en el estado de Acre (Brasil), fortaleciendo los lazos entre ambos países y mejorando la calidad de vida en una zona históricamente aislada.
Durante la III Reunión de la Comisión Mixta, representantes de los ministerios de Relaciones Exteriores, autoridades departamentales y equipos técnicos de infraestructura evaluaron alternativas técnicas tras una inspección al puente actual. Participaron instituciones como la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) y el Departamento Nacional de Infraestructura de Transportes (DNIT) de Brasil.
Puente binacional: Conectividad y desarrollo en la Amazonía
Este proyecto estratégico busca facilitar el tránsito seguro de personas y vehículos, reduciendo la dependencia de balsas como principal medio de transporte entre ambas localidades. Uno de los objetivos principales es permitir el acceso directo de estudiantes a la Universidad Amazónica de Pando (filial Montevideo).
La futura infraestructura fue respaldada por la Declaración Conjunta firmada por los presidentes de Bolivia y Brasil el 9 de julio de 2024, y se basa en acuerdos binacionales vigentes desde 2007 y ratificados por Bolivia en 2010.
Además de mejorar la conectividad, el puente permitirá transportar productos locales como castaña, madera y frutos amazónicos hacia nuevos mercados. Esto potenciará la economía de más de 15,000 habitantes directos en la zona de influencia.
Hacia una integración regional efectiva
La Cancillería boliviana destacó que el puente binacional Rapirrán se alinea con las políticas de integración regional promovidas por ambos países. Se suma a proyectos como el puente Guayaramerín–Guajará-Mirim, consolidando a Bolivia y Brasil como socios estratégicos en el desarrollo de infraestructura sudamericana.
Las siguientes fases del proyecto incluyen estudios geotécnicos detallados, la elaboración del diseño definitivo y la firma de un cronograma conjunto para la licitación y posterior construcción del puente.
Este tipo de obras fortalece el corredor bioceánico y promueve una cooperación transfronteriza más efectiva en términos educativos, sociales, comerciales y logísticos, reforzando el papel de la Amazonía en la agenda de desarrollo regional.