Cenepred instó a las autoridades en regiones a implementar medidas preventivas urgentes ante lluvias intensas.
Cusco, Cajamarca, Puno, Huánuco y Áncash son las regiones con mayor riesgo de huaicos, deslizamientos y otros movimientos en masa. Estos eventos naturales, causados por lluvias de moderada a fuerte intensidad, ponen en peligro a miles de personas en estas zonas. La vulnerabilidad de estas regiones se debe a su geografía accidentada y a la deforestación, que agrava el impacto de las lluvias intensas.
Según el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred), en Cusco, alrededor de 355,300 personas están expuestas a un riesgo muy alto por estos desastres naturales. En Cajamarca, la cifra asciende a 208,682 personas, mientras que en Puno alcanza las 202,352. Mientras que en Huánuco y Áncash, la población en peligro es de 146,144 y 135,873, respectivamente.
En total, más de 1.7 millones de personas en 26,527 centros poblados enfrentan un riesgo extremo ante huaicos y deslizamientos. Este fenómeno afecta a 24 departamentos del país, según el informe de Cenepred. Además, 776,636 viviendas, 1,416 establecimientos de salud y 10,120 instituciones educativas podrían verse impactadas por estos eventos naturales. La destrucción de infraestructura podría dejar a muchas comunidades aisladas, dificultando el acceso a servicios esenciales como salud y educación.
Peligro por inundaciones
El informe también alerta sobre el riesgo de inundaciones en ocho regiones del país. Un total de 47,488 personas en 1,441 centros poblados enfrentan un alto peligro de anegaciones. Las regiones más afectadas son Cajamarca, con 235,953 personas en riesgo, seguida de Apurímac (111,953), Cusco (60,283), La Libertad (43,151) y Puno (21,370).
Las inundaciones pueden causar daños severos en cultivos y viviendas, afectando la economía de muchas familias que dependen de la agricultura. La falta de sistemas de drenaje adecuados y el crecimiento desordenado de las ciudades aumentan la probabilidad de desbordes de ríos y anegaciones en zonas urbanas y rurales.
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Medidas preventivas y recomendaciones
Ante esta situación, Cenepred instó a los gobiernos regionales y locales a implementar medidas preventivas urgentes. La identificación de zonas de alto riesgo y la construcción de defensas ribereñas son estrategias clave para mitigar los efectos de estos desastres. Además, es fundamental que las autoridades refuercen los sistemas de alerta temprana y brinden capacitaciones a la población sobre cómo actuar ante una emergencia.
Asimismo, se recomienda a los ciudadanos mantenerse informados a través de fuentes oficiales y participar en simulacros de evacuación. La preparación de un plan familiar de emergencia y la identificación de rutas seguras pueden marcar la diferencia en situaciones críticas. Evitar la construcción en zonas de alto riesgo y fomentar la reforestación también son acciones esenciales para reducir la vulnerabilidad ante desastres naturales.