La nueva infraestructura albergará a 1.300 reclusos, ofreciendo un entorno propicio para actividades educativas y programas de reintegración social.
El Ministerio de Justicia dio paso a la puesta en funcionamiento del nuevo centro penitenciario de Minga Guazú, diseñado para promover la reinserción de las personas privadas de libertad.
La moderna infraestructura, construida por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), albergará a 1.300 personas, ofreciendo un entorno propicio para actividades educativas y programas de reintegración social.
“Esta penitenciaría representa un paso adelante en nuestra búsqueda de una sociedad más inclusiva. Aquí, se brindará una mejor calidad de vida y oportunidades para quienes buscan rehacer sus vidas”, afirmó la ministra Claudia Centurión durante el acto.
Por su parte, el ministro de Justicia, Ángel Barchini, expresó su gratitud hacia la titular del MOPC por su dedicación en mejorar la estructura carcelaria. “El compromiso y la visión del presidente de la República son evidentes en esta iniciativa que hoy se convierte en realidad”, resaltó.
Seguidamente, informó que, en la primera fase, serán trasladadas unas 50 personas privadas de libertad que cuentan con condena judicial, en un proceso de trasladado continuo hasta llegar a los primeros 500 reclusos.
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Características destacadas
-La penitenciaría cuenta con 432 celdas y tiene capacidad para albergar hasta 1300 personas privadas de libertad (PPL).
-Dispone de nueve plazas para sanidad, dos celdas de ingreso y tres celdas de admisión, además de 26 plazas para visitas privadas.
-Este proyecto tiene como objetivo aliviar el hacinamiento en otras instalaciones penitenciarias, reubicando a internos de centros con mayores índices de superpoblación, como la ubicada en Ciudad del Este, también en el departamento de Alto Paraná.
Un cambio de paradigma
La habilitación del Centro de Reinserción Social de Minga Guazú marca un hito fundamental en la evolución de la política penitenciaria de Paraguay. Este centro no solo representa una mejora en las condiciones de reclusión, sino que también simboliza un cambio de paradigma hacia un enfoque más centrado en la rehabilitación y la reinserción social de los individuos privados de libertad.
Con esta iniciativa se refleja el compromiso del Estado paraguayo con la dignidad humana y el respeto a los derechos de los reclusos, al proporcionar un entorno propicio para su reintegración en la sociedad. Además, este centro no solo busca contener a los internos, sino también ofrecer programas que promuevan su desarrollo personal y profesional, contribuyendo así a reducir la reincidencia delictiva y construir una sociedad más segura y justa para todos.