La infraestructura, que se localiza a 5.000 metros de altitud en pleno Río Amarillo, proporcionará energía a más de dos millones de hogares.
China continúa invirtiendo buena parte de sus esfuerzos en construir infraestructuras para producir energía. El incesante crecimiento de la población en el país y el temor a una posible escasez energética empujan al gigante asiático a apostar tanto por energías renovables como no renovables.
Y es que el país ya sufrió en 2021 una ola de apagones como consecuencia de la falta de carbón, lo que provocó el caos, con viviendas y fábricas completamente incomunicadas. Motivo por el que se han puesto a producir energía de todas las formas posibles.
Mientras que hace unos meses contábamos que la potencia comunista quería instalar paneles solares en todos los tejados del país y construía aerogeneradores gigantes, ahora continúan apostando por las energías limpias y está terminando la construcción de una central hidroeléctrica con una capacidad total de alrededor de 2,2 millones de kW que proporcionará energía a más de dos millones de hogares
Se trata, además, de la central situada a mayor altitud respecto al nivel del mar del mundo, y es que está a 5.000 metros de altitud en pleno río Amarillo. Hablamos de la presa de Maerdang, en la provincia de Qinghai, al noroeste del país.
Retraso en su construcción
La construcción de la presa, formada por roca y hormigón, comenzó en 2012 y se espera que comience a funcionar en marzo de 2024. Fue en 2013 cuando la compañía productora desvió el cauce del río Amarillo para empezar a levantar la pared, que tiene 211 metros de altura.
A pesar de que su puesta en marcha estaba prevista para 2018, una serie de complicaciones terminaron retrasando la fecha, incluyendo la pandemia de la covid que irrumpió en el año 2020. «La compañía se compromete a asegurarse de que el proyecto se ponga en funcionamiento a tiempo a pesar de los impactos de la covid durante los últimos años», dijo Li Hongxin, subdirector de Qinghai Maerdang Co Ltd, una unidad de China Energy.
China Energy, la compañía operadora, afirma que, con esta megaconstrucción, ayudará a reducir 2,56 millones de toneladas métricas de consumo equivalente de carbón estándar y 8,16 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono.