La instalación del conjunto internacional de telescopios en Paranal marca un avance sin precedentes en la investigación astrofísica, al incorporar tecnología diseñada para el estudio de fenómenos extremos, el análisis de la composición del cosmos y el fortalecimiento del liderazgo de Chile en la astronomía a nivel global.
Los telescopios del Observatorio del Conjunto de Telescopios Cherenkov (CTAO), que se instalarán en la región de Paranal, Chile, cuentan con la capacidad de captar energías miles de millones de veces superiores a la luz visible, lo que permitirá observar fenómenos cósmicos que hasta ahora permanecían fuera del alcance de los instrumentos convencionales.
El Observatorio Europeo Austral (ESO) informó que la ceremonia de colocación de la primera piedra reunió a integrantes del consorcio responsable, representantes de ESO, autoridades gubernamentales chilenas y actores locales, resaltando la relevancia nacional e internacional de este avance científico.
El más avanzando del planeta
La construcción del CTAO en Paranal constituye la instalación del observatorio de rayos gamma más grande y avanzado del mundo y el primero de su tipo en suelo chileno, según precisó ESO.
El proyecto científico se sustenta en la colaboración entre empresas chilenas y entidades internacionales, con el propósito de instalar más de 60 telescopios independientes en dos emplazamientos: CTAO-Sur, en Paranal, y CTAO-Norte, en otro continente, con el fin de cubrir la mayor porción posible del cielo. La superficie total de captación del CTAO superará el millón de metros cuadrados, lo que representa un salto significativo en la infraestructura destinada a la astrofísica de rayos gamma.
De acuerdo con el Observatorio Europeo Austral, en el sitio chileno operarán más de 50 telescopios, diseñados para detectar y analizar las fuentes de rayos gamma de muy alta energía, asociadas a procesos vinculados con agujeros negros, estrellas de neutrones y otros entornos cósmicos de intensa emisión energética.
El CTAO tiene como objetivo profundizar en el origen y el comportamiento de las partículas cósmicas relativistas, que se desplazan a velocidades cercanas a la de la luz y desempeñan un papel fundamental en la comprensión de la física moderna, aunque aún existen interrogantes sobre sus mecanismos de producción y su rol en el modelo actual del universo, según información difundida por ESO.
Asimismo, el observatorio buscará aportar evidencia sobre la materia oscura y poner a prueba teorías fundamentales, como la relatividad propuesta por Einstein, ampliando el alcance de la investigación más allá de la mera detección de rayos gamma.
Durante la ceremonia inaugural, el director general de ESO, Xavier Barcons, destacó la importancia de Chile en el avance de la astronomía a nivel mundial. “Esta inauguración es un hito enorme tanto para el CTAO como para ESO, pero también para Chile, ya que esta nueva instalación fortalecerá la posición del país como centro global de astronomía”, señaló, según recogió el Observatorio Europeo Austral.
Las condiciones geográficas de Paranal, caracterizadas por cielos despejados y baja contaminación lumínica, constituyen un entorno favorable para el desarrollo de estos trabajos y explican la elección del país como sede de uno de los proyectos científicos internacionales más relevantes de la actualidad.
La construcción del CTAO en Paranal, de acuerdo con el Observatorio Europeo Austral, representa una inversión significativa en tecnología y capacidades científicas, y se espera que impulse de manera decisiva el conocimiento sobre los fenómenos extremos del universo.
Además de su impacto en la ciencia global, el observatorio generará oportunidades para la investigación y la educación en Chile, integrando a la comunidad local en las actividades de uno de los principales polos mundiales de la astronomía.
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El proyecto ha sido concebido para que los complejos de telescopios instalados en Paranal operen de forma complementaria con los existentes en el hemisferio norte, conformando una red internacional de observación. La combinación de datos obtenidos desde ambos hemisferios permitirá ampliar la capacidad de estudio y detección de los rayos gamma, sus fuentes y los procesos astrofísicos asociados.
La puesta en marcha del CTAO en suelo chileno refuerza, según el Observatorio Europeo Austral, la posición estratégica del país en la frontera de la investigación en física de altas energías y en los desafíos de la astrofísica contemporánea, consolidándolo como un referente en la exploración y comprensión de los principales enigmas del universo.