La Municipalidad de Lima sostuvo que el viaducto Javier Prado permitirá reducir los tiempos de viaje en uno de los corredores más utilizados de la capital.
La Municipalidad Metropolitana de Lima (MML), a través del Fondo Metropolitano de Inversiones (Invermet), anunció la próxima ejecución del proyecto Vía Rápida Javier Prado–Las Begonias, que incluye la construcción de un viaducto de 1.8 km en plena avenida Javier Prado.
La iniciativa contempla un puente vehicular elevado de dos carriles por sentido, que conectará la avenida Las Begonias (cuadra 8 de Javier Prado) con la avenida Prolongación General Arenales (cuadra 2 de Javier Prado), atravesando los distritos de San Isidro y Lince, una de las zonas con mayor congestión vehicular de Lima.
Con una inversión estimada de S/ 269 millones, la comuna sostiene que el viaducto Javier Prado permitirá reducir los tiempos de viaje en uno de los corredores más utilizados de la capital. Mejorando la fluidez del tránsito este–oeste y beneficiando a miles de conductores y usuarios del transporte público.
No obstante, el proyecto aún se encuentra en fase de estudios y cierre de ingeniería. En entrevista con El Comercio, el Gerente General de Invermet, Pablo Paredes Ramos, precisó que la ejecución podría iniciar entre enero y febrero de 2026, con un plazo de 360 días calendario. De cumplirse ese cronograma, la obra estaría culminada hacia finales del próximo año.
Críticas por capacidad y riesgos de cuellos de botella
Diversos especialistas en tránsito urbano han expresado reparos frente al enfoque del proyecto. El ingeniero civil Andrés Villaseca cuestionó que se pretenda ampliar la capacidad de la avenida Javier Prado sin resolver previamente las restricciones en las salidas y conexiones principales.
Según indicó, si se incrementa el flujo vehicular sobre la vía rápida, más conductores elegirán este eje. Sin embargo, al mantener angostas las salidas hacia otras avenidas, los vehículos podrían quedar atrapados en la vía, generando nuevas zonas de congestión. Para el especialista, “no sería buena idea agregar más capacidad a la avenida” sin una solución integral de red.
En la misma línea, el ingeniero de tránsito David Fairlie advirtió que el diseño “parece no tener una visión a largo plazo”. A su juicio, la geometría del proyecto generará cuellos de botella, pues desaparecerán carriles de manera abrupta y sin una adecuada transición. Por ello, puso en duda que el esquema planteado funcione de forma eficiente en operación real.
Impacto urbano y retos para la infraestructura vial en Lima
El proyecto Vía Rápida Javier Prado–Las Begonias se inserta en un conjunto de obras que la MML busca impulsar para agilizar el tránsito en distintos puntos de la ciudad. La obra representa una intervención compleja en un corredor urbano densamente edificado, que exigirá una planificación detallada de desvíos y mitigación de impactos durante el periodo de obras.
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Sin embargo, el debate técnico se centra en si la solución propuesta responde a una visión de movilidad sostenible e integrada, o si se limita a aumentar la infraestructura para vehículos particulares, sin priorizar el transporte público masivo ni la gestión de la demanda.
De cara al inicio previsto en 2026, el reto será conciliar la necesidad de mejorar la infraestructura vial en Lima con un diseño que evite nuevos cuellos de botella y se articule con futuros proyectos como corredores de buses, trenes de cercanías y sistemas integrados de transporte.