Luis Quispe Candia, Presidente de Luz Ámbar, afirma que el transporte público en Lima sigue en crisis: más del 90% de usuarios depende de micros, combis y cústers que brindan un deficiente servicio, mientras la ATU no logra implementar el sistema integrado que plantea la Ley 30900. A esta problemática se suma la cuestionada llegada de trenes para la ruta Lima-Chosica, una medida que, según el especialista, refleja la improvisación de las autoridades.
¿Qué panorama enfrenta hoy la capital en materia de transporte urbano?
Actualmente, tenemos, por un lado, el transporte tradicional de micros, combis y cústers por otro, el Metropolitano, los corredores complementarios y la Línea 1 del Metro de Lima. El Metropolitano cuenta con 554 buses: 300 articulados y 254 alimentadores, movilizando diariamente entre 350 mil y 400 mil pasajeros.
En cuanto a los corredores complementarios, el proyecto contemplaba inicialmente 5,000 buses. Sin embargo, como el proceso de licitación quedó inconcluso, actualmente operan solo 785 unidades en los tres corredores operativos, transportando aproximadamente 350 mil pasajeros al día. Por su parte, la Línea 1 del Metro de Lima es el sistema más eficiente en el ámbito urbano, movilizando de manera diaria entre 550 mil y 620 mil personas.
Finalmente, el transporte tradicional, conformado por 385 empresas y alrededor de 24 mil micros, combis y cústers, moviliza más de 18 millones de pasajeros por día, lo cual representa una cifra superior al 90% de viajes en Lima. Así, la mayoría de la población capitalina debe enfrentar a diario las deficiencias y el maltrato derivados de este servicio.
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