Ositrán abre proceso sancionador contra LAP por fallas en nuevo Jorge Chávez

Inauguración del Nuevo Aeropuerto Jorge Chávez                     
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El nuevo Aeropuerto Jorge Chávez enfrenta críticas por fallas operativas e infraestructura incompleta. Ositrán abrió procesos sancionadores contra Lima Airport Partners por incumplimientos graves.

A tan solo días de su inauguración oficial el 1 de junio de 2025, el nuevo Aeropuerto Jorge Chávez ha sido objeto de fuertes críticas debido a problemas operativos que afectan directamente a miles de pasajeros. El Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán) anunció el inicio de dos procedimientos sancionadores contra Lima Airport Partners (LAP), concesionario del terminal aéreo.

La presidenta de Ositrán, Verónica Zambrano, informó que los incumplimientos detectados incluyen la falta de infraestructura y equipamiento completo, y una interrupción crítica en el abastecimiento de combustible, que provocó retrasos y cancelaciones de vuelos en los primeros días de funcionamiento.

Incumplimientos graves afectan calidad del servicio

Según Ositrán, LAP no cumplió con entregar en su totalidad las condiciones comprometidas para el inicio de operaciones del nuevo terminal. “No se logró completar al 100% la infraestructura necesaria”, declaró Zambrano. Este incumplimiento fue notificado el 25 de abril, y desde entonces el organismo viene supervisando el avance.

El segundo procedimiento se originó por la interrupción del suministro de combustible, un hecho que impactó negativamente en las operaciones del aeropuerto. Ositrán lo calificó como un riesgo para la continuidad del servicio aéreo, activando un nuevo proceso sancionador.

Ambos procedimientos reflejan fallas estructurales y operativas, así como falta de preparación logística por parte de LAP en un proyecto considerado clave para el transporte nacional.

Críticas al diseño, filtraciones y caos logístico

Las dificultades no solo han sido técnicas. Pasajeros denunciaron falta de señalización, fallas en el aire acondicionado con filtraciones de agua, y prolongadas demoras en el desembarque por ausencia de buses. Algunos incluso permanecieron más de tres horas en el interior de las aeronaves.

A estos problemas se suman las críticas al diseño arquitectónico del aeropuerto. La decana del Colegio de Arquitectos del Perú, Lourdes Giusti, lo calificó como “una gran oportunidad perdida”, señalando que la infraestructura carece de identidad cultural y parece más “un galpón industrial que un símbolo nacional”.



Aunque LAP ha pedido disculpas y asegura estar tomando medidas correctivas, la presión sobre las autoridades y concesionarios aumenta. Ositrán evaluará los descargos presentados antes de aplicar las sanciones definitivas, pero mantiene su compromiso de supervisión activa.

“El objetivo no es solo sancionar, sino garantizar que el aeropuerto funcione de manera segura y eficiente”, concluyó Zambrano.

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