Esta obra abarcó la construcción de una torre principal de 5 pisos y 2 sótanos, destinados a albergar aulas, un auditorio, laboratorios, biblioteca, estacionamientos y terrazas con vista al exterior. Su arquitectura se integra físicamente con el volumen de la primera etapa, conectando todos sus niveles para permitir un tránsito continuo entre ambos, como si se tratara de una única edificación.
Gracias a los años de operación en el campus actual –correspondiente únicamente a la Fase 1, que cuenta con un área de terreno de 7,221.06 m2-, la Universidad de Ingeniería y Tecnología- UTEC ha acumulado una valiosa experiencia. Esta se ha enriquecido con el seguimiento de las tendencias académicas internacionales, así como con el análisis de los diversos acontecimientos sociales y económicos que han impactado al mundo. Todos estos factores fueron considerados cuidadosamente al momento de proyectar el futuro del campus, cuyo planteamiento ha evolucionado significativamente desde las condiciones existentes cuando se realizó el concurso para su diseño integral, hace más de una década (año 2012).
La configuración actual del proyecto responde a una actualización de los requerimientos académicos, operativos y económicos de la institución. Esto ha implicado una revisión del programa arquitectónico del campus, con una reducción de la huella edificada respecto a la proyección inicial (incluida en el anteproyecto y la licencia de edificación original de las Fases 1 y 2). En su lugar, se ha priorizado la incorporación de mayores áreas verdes y espacios de esparcimiento, todo ello manteniendo la coherencia arquitectónica y estructural del conjunto, así como de la parte edificada.
El edificio correspondiente a la Fase 2, que ocupa un área de terreno de 7,471.44 m2, se integra físicamente con la estructura existente, conectando todos sus niveles para permitir un tránsito continuo entre ambos, como si se tratara de una única edificación. De esta manera se mantiene la secuencia rítmica de placas es tructurales de concreto que le brindan el carácter tan icónico que posee y la calidad arquitectónica que lo ha llevado a ser premiado como el mejor edificio del mundo por el prestigioso Royal Institute of British Architects – RIBA.