
Con 1,024 m de extensión, el túnel Ollachea reducirá los accidentes de tránsito y evitará la interrupción de la conectividad en los kilómetros 231 y 232 de la Carretera Interoceánica Sur, Tramo 4. La obra, ubicada en la provincia de Carabaya, región Puno, tuvo que vencer notables dificultades como la presencia de aguas termales de hasta 95 grados centígrados.
El túnel Ollachea, situado en el distrito del mismo nombre, provincia de Carabaya, en la región Puno, se ejecuta en el marco del Contrato de Concesión para la Construcción, Conservación y Explotación del Tramo Vial N.º 4: Azángaro – Inambari del Proyecto Corredor Vial Interoceánico Sur, Perú-Brasil.
Dicho acuerdo fue suscrito el 4 de agosto del 2005 por un plazo de 25 años para su ejecución, bajo la modalidad de Asociación Público Privada (APP) Cofinanciada con Intersur Concesiones S.A. como concesionario. El principal objetivo de este proyecto es mejorar la conectividad vial en una de las zonas más complejas de esta parte del país, brindando soluciones tanto de infraestructura como de seguridad vial para los usuarios del corredor.
La concesión abarca 305.90 km en la región Puno y cuenta con seis subtramos: Azángaro – Dv. Asillo de 24 km; Asillo – Progreso de 25.48 km; Progreso – Macusani de 80.76 km; Macusani – Ollachea de 48.56 km; Ollachea – San Gabán de 62.40 km, y San Gabán – puente Inambari de 64.70 km.
Uno de los aspectos más relevantes de este contrato es la intervención en el sector crítico ubicado entre los km 231+700 y km 232+800, donde se ha construido el túnel. Esta vía une el altiplano andino con la selva amazónica, entre Puno y Puerto Maldonado. El valle del río Ollachea, donde se ubica el área del proyecto, presenta una morfología muy abrupta con colinas de fuerte pendiente con alturas superiores a los 1,000 m.
La obra tiene como objetivo principal mitigar los riesgos de huaicos y deslizamientos de tierra, a fin de garantizar la continuidad del paso de vehículos y la seguridad vial en una zona identificada como crítica en el 2013 por el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán), debido a los frecuentes derrumbes que comprometían el tránsito y la integridad de los usuarios.
La población beneficiada directamente con la infraestructura asciende a 250,000 habitantes de Madre de Dios y Puno. De manera indirecta, debido a que el proyecto facilitará un acceso seguro, se estima que alrededor de 2 millones de habitantes de la Macrorregión Sur se verán favorecidos, abarcando las regiones antes mencionadas, así como Arequipa, Tacna, Cusco y Moquegua.