
Los sistemas eléctricos son la columna vertebral de cualquier edificación, garantizando el suministro de energía a los distintos espacios y equipos que requieren electricidad para su funcionamiento. Entre los componentes esenciales de estos sistemas se encuentran los tableros y cables eléctricos, cuya correcta selección, instalación y mantenimiento son determinantes para la seguridad y eficiencia operativa.
En el contexto de la construcción moderna, la adopción de normativas rigurosas y tecnologías innovadoras ha permitido optimizar estos sistemas, asegurando infraestructuras más seguras y sostenibles.
Los tableros eléctricos cumplen la función de centralizar y distribuir la energía dentro de una edificación. Su diseño y configuración permiten controlar los circuitos eléctricos, protegiendo los equipos y usuarios ante eventuales sobrecargas o fallos en el sistema.
En complemento, los cables eléctricos actúan como los conductores que transportan la electricidad desde la fuente de suministro hasta los distintos puntos de consumo. La correcta selección de estos elementos garantiza una distribución equilibrada de la carga, minimiza las pérdidas energéticas y reduce los riesgos de incidentes eléctricos.
Tipos
Existen diferentes tipos de tableros eléctricos según su aplicación. Los tableros de distribución reciben la energía principal y la reparten a los distintos circuitos secundarios, mientras que los de control y automatización permiten gestionar procesos eléctricos específicos en entornos industriales y comerciales.
Por otro lado, los tableros de transferencia automática aseguran la continuidad del suministro en situaciones de emergencia mediante la conexión a sistemas de respaldo como generadores eléctricos. Además, los tableros generales administran la carga total de la edificación, mientras que los secundarios reparten la energía en zonas específicas, optimizando su gestión.
En cuanto a los cables eléctricos, su elección depende de la aplicación y el entorno donde serán utilizados. Los cables THHN/THWN son ideales para instalaciones en tuberías, ya que resisten altas temperaturas y humedad.
Los cables NYY, con recubrimiento de PVC, son adecuados para instalaciones subterráneas, mientras que los cables armados ofrecen mayor resistencia mecánica y se emplean en ambientes industriales. Los cables libres de halógenos representan una solución innovadora para mejorar la seguridad, ya que reducen la emisión de gases tóxicos en caso de incendio.