
La compactación es un proceso fundamental en las construcciones, ya que asegura la estabilidad y resistencia del terreno y el asfalto de las vías. Para lograrlo, se emplean equipos especializados como los rodillos, diseñados a optimizar el proceso y asegurar una superficie firme y uniforme donde se va a trabajar la futura obra.
Un rodillo está compuesto por un chasis o bastidor que actúa como la estructura base del equipo, un tambor que compacta el suelo, un motor que lo impulsa, un sistema de vibración (en rodillos vibratorios) que mejora la compactación, y ruedas que permiten su desplazamiento.
Estos equipos son utilizados para la compactación de suelos y materiales en proyectos de infraestructura como carreteras, caminos vecinales, plataformas y bases de pavimento. Su principal función es compactar el suelo o material mediante la aplicación de presión y, en algunos casos, vibración.
Este proceso ayuda a eliminar los vacíos de aire entre las partículas del material, aumentando su densidad y mejorando su capacidad para soportar cargas. De esta manera, se evitan futuros asentamientos o deformaciones que puedan comprometer la integridad de la obra.
Es importante destacar que los rodillos se ajustan a las características específicas de cada proyecto, ya sea para compactar suelos gruesos o finos, asegurando su estabilidad y resistencia del terreno sobre el cual se edificará.
En cuanto al mantenimiento de estos equipos, es importante porque garantizan su rendimiento óptimo y prolongan su vida útil.
Las tareas principales incluyen la revisión del motor, donde es esencial verificar los niveles de aceite y combustible, cambiar el aceite según el manual del fabricante y revisar los filtros de aire y combustible.
También se debe realizar una inspección del sistema de vibración para asegurarse de que funcione correctamente, y que las piezas de amortiguación y transmisión estén en buen estado. Además, se debe hacer un chequeo de los tambores para inspeccionar posibles grietas o desgaste irregular, asegurando que estén bien alineados y lubricados.
En el mercado peruano actual, se pueden encontrar varios tipos de rodillos, cada uno diseñado para ajustarse a las necesidades específicas de los proyectos de construcción, como el tipo de suelo, la profundidad de la compactación requerida y las condiciones del terreno.
Así se tienen a los rodillos estáticos, vibratorios neumáticos, de doble tambor, y de placa vibratoria.
Por esa razón y a fin de conocer la diversidad de los rodillos de compactación, sus características y las distintas funciones que cumplen en las obras de construcción, PERÚ CONSTRUYE LATAM CONSTRUCTION ha recopilado la experiencia de importantes empresas líderes en la comercialización de estos equipos.