Mejoras en el puerto de San Antonio requiere una inversión que supera los US$ 10 millones.
El Puerto de San Antonio moderniza su molo de abrigo para enfrentar el aumento de las marejadas. Esta estructura, con más de un siglo de historia, está siendo renovada para reducir interrupciones en la operatividad portuaria.
La inversión en la obra supera los US$ 10 millones y busca mejorar la resistencia del puerto. El nuevo rompeolas tendrá más de 11 metros de altura y se extenderá por más de 800 metros de longitud.
“El nivel del mar ha crecido y el oleaje es más fuerte en los últimos años, al punto de entrar en ocasiones hasta la zona de carga y descarga”, explicó Matías Erenchun, ingeniero a cargo de la obra. Con esta modernización, el puerto busca operar al menos el 95% del tiempo sin interrupciones.
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En 2023, las marejadas permitieron que el terminal funcionara solo el 87% del tiempo. El año pasado la cifra subió al 91,8%, pero la meta es seguir mejorando su disponibilidad.
“Estamos invirtiendo en la renovación del molo de abrigo porque queremos que este puerto siga siendo competitivo y esté preparado para los desafíos que nos trae el clima”, señaló Ramón Castañeda, gerente general de la empresa portuaria San Antonio.
El problema no es exclusivo de San Antonio, ya que otros puertos, como Antofagasta, también evalúan medidas similares. Las marejadas, consideradas el tercer desastre natural más dañino en Chile, seguirán impactando la infraestructura marítima en los próximos años.
Expertos advierten que, aunque las marejadas podrían disminuir en 50 o 60 años, el nivel del mar seguirá subiendo. Esto incrementará los costos de mantención y adaptación en los principales puertos del país.