
Este sistema se viene utilizando en países como Perú, Colombia, Chile, México y España, indicó el Arq. Ernesto Durán.
Los revisores urbanos cumplen con el perfil de un arquitecto o ingeniero, que verifica que los proyectos cumplan con la normativa técnica correspondiente. Estos pasan por un proceso exhaustivo de postulación, donde se debe tener un perfil, más de 100 mil metros cuadrados proyectados y/o revisados, con experiencia previa como delegados o responsables de algún área de la municipalidad, procedimientos administrativos, entre otros.
Para el presidente de la Tercera Junta Directiva de la Asociación de Revisores Urbanos del Perú, Arq. Ernesto Durand, el perfil que se debe tener es de una persona muy técnica. “Actualmente hay dos promociones que han salido del Ministerio de Vivienda, los cuales tuvieron que pasar por un proceso de selección de varios meses, con exámenes, pero al final, no todos los que ingresan, aprueban. El MVCS les da una acreditación para que ellos puedan ejercer como revisores urbanos en su especialidad, ya sea arquitectura, electromecánico, estructuras sanitarias y eléctricas, entre otros. Con ello, les da la posibilidad de poder emitir, evaluar los proyectos como un sistema paralelo al de comisiones técnicas municipales”.
Con esta acreditación, ya sea pública o privada, ellos pueden emitir los ITFs favorables, para que el administrador vaya a la municipalidad y pueda tener su licencia de obra. “Nosotros nos acercamos a cualquier inmobiliario o a cualquier persona que quiera construir su casa, a través de contactos, redes, entre otros. Ahí están todas las personas que están aprobadas, cualquiera de ellos puede ir, escoger, evaluar, cotizar los proyectos. En ese momento, los inmobiliarios u otras personas prueban el sistema, ven beneficios como la celeridad, proactividad, etc. Es decir, como inmobiliario, como persona optativa, puedo ir por comisiones técnicas o puedo ir por comisiones urbanas. Está dentro de la ley”, indicó el especialista.
Ambas opciones tienen el mismo peso legal, siendo el revisor urbano un ente meramente técnico, y las municipalidades, uno político. Para estas últimas, se les han quitado cierto poder en el manejo de procedimientos, licencias, ya que ahora, una persona puede optar por cualquiera de los dos sistemas.
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“Las ventajas entre un sistema de revisores urbanos y un sistema de comisiones técnicas, es que el primero ejerce una función con las mismas características técnicas, pero el trato es más rápido y dinámico. Es un punto importante por la burocracia que hay”, acotó el arquitecto.
Según el informe del Duem Business del Banco Mundial (2018), una licencia de construcción en el Perú demora 187 días. Hoy por hoy, los revisores urbanos reducen al tercio este periodo. “Nosotros evacuamos un sistema en 70 días o 60 días. Y no solamente eso, sino que, al ser monopolio, hace que las comisiones técnicas sean más eficientes”, señaló.
Para el Presidente de la Tercera Junta Directiva de la Asociación de Revisores Urbanos del Perú, Arq. Ernesto Durán, este es un organismo relativamente nuevo, ya que como asociación es su tercer año, siendo que el sistema fue creado por ley en realidad con la 29090 en el 2007, pero no llegó a cuajar porque los colegios profesionales no hicieron la implementación del sistema. En el 2018, el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento lanza la primera convocatoria para revisores urbanos.
Para este 2024, tienen como objetivo dar a conocer el sistema, sus ventajas, proactividad, aceleridad, digitalización, entre otros. “Queremos ampliar la base de revisores urbanos, ya que actualmente, somos 100. Asimismo, queremos, a largo plazo, tener el Colegio de Revisores Urbanos”, señaló.
Este sistema no es nuevo en el Perú ni en la región, puesto que, en Colombia, están los curadores urbanos, en Chile están los revisores independientes, en México, los supervisores de obra y en España, las entidades colaborativas. Este es un acelerador de procesos.
“Hemos hecho un benchmarking. En estos países que tienen 20 o 30 años, el sistema de revisiones técnicas paralelas a las municipalidades es una organización muy fuerte, como una especie de colegio de notarios”.