Uno de los materiales de construcción que con los años ha logrado diversificarse para atender
diferentes requerimientos, es la tubería, la cual la encontramos en diferentes tamaños, diseños,
texturas y componentes, que la hacen resistente y capaz de soportar altas presiones.
Efectivamente, hoy encontramos en el mercado un variado portafolio de tuberías que se encargan de transportar agua o gas de manera segura. Estas -dentro de un proyecto de construc
ción- pueden ser parte de los sistemas de calefacción, ventilación, aire acondicionado, agua potable y saneamiento, etc.
Todas ellas están hechas para resistir la fuerte presión del elemento a transportar, así como su composición (químicos) y altas temperatura. El sector industrial requiere tuberías con caracterís
ticas específicas, sea por: el tipo de material (que pueden ser de acero al carbono, acero inoxidable, cobre, PVC, CPVC, HDPE, etc); el tamaño (desde pequeños hasta grandes diámetros); variedad de conexiones (a través de soldaduras, bridas y acopla mientos), y diversos accesorios (como codos, tees y válvulas, para controlar el flujo del líquido a través del sistema).
Toda esta variedad de tuberías se utiliza para transportar agua potable, gas, productos químicos agresivos, petróleo, así como los fluidos de las industrias alimentaria y minera.
Por ello, es importante saber escoger la tubería adecuada, como también realizar de forma prolija la instalación, a cargo de personal técnico especializado, pues de ello dependerá que todo fluya de manera correcta.
Una vez instaladas y en operación las tuberías, deben ser sometidas a pruebas de forma periódicas para conocer su estado y detectar si existe corrosión en su estructura o fugas. La detección temprana de cualquier debilitamiento en las tuberías puede evitar accidentes y costosos tiempos de inactividad.