Fue construido por la empresa State Grid, filial de la Corporación Estatal de la Red Eléctrica de China.
Tras abrir el grifo de la fuente de agua potable, los residentes de tres comunidades indígenas en la ciudad brasileña de João Câmara han descubierto que el sabor salado, al que ya se habían acostumbrado durante décadas, desapareció del agua. Ahora, en cambio, sienten la dulzura del agua y de la vida.
El elemento es producido por un proyecto cercano de desalinización de agua salobre, construido por la empresa State Grid Brazil Power Participações S.A. (SGBP), filial de la Corporación Estatal de la Red Eléctrica de China.
Utilizando la tecnología de ósmosis inversa, el proyecto puede purificar el 80 por ciento del agua subterránea extraída y producir 80 toneladas de agua potable diariamente, que puede satisfacer la necesidad de cerca de 800 familias indígenas aledañas.
La ciudad de João Câmara, ubicada en el estado de Río Grande del Norte (noreste de Brasil), sufre un clima semiárido, el agua subterráneo local es salada y no potable. Antes del funcionamiento del proyecto de desalinización, los residentes de las tres comunidades indígenas enfrentaban un problema grave de agua potable.
Según recordó José Carlos Tavares da Silva, líder de una de las tres comunidades, en el pasado los residentes locales dependían del agua de pozo y del camión de agua, y las comunidades no tenían acceso a agua potable de calidad.
«Antes de tener este proyecto de State Grid, la comunidad era muy precaria respecto al agua (…) Para los recién nacidos, hasta que se adaptan a esa calidad de agua, tienen mucha diarrea», rescató.
Para Joelma Barbosa, otra líder de la comunidad, el transporte de agua también era difícil para los residentes.
«Necesitamos levantarnos a la madrugada, usamos un carrito de mano para transportar agua, la ida y vuelta suman casi seis horas. Este proyecto es como un recomienzo de vida para nosotros», dijo.
La SGBP adquirió la empresa brasileña de energía CPFL en 2017, la cual cuenta con varios parque eólicos en el noreste del país suramericano. En la operación diaria, la SGBP descubrió el problema de agua de las comunidades locales cerca de los parque eólicos, y decidió iniciar un proyecto de desalinización. Después de una evaluación integral, la SGBP decidió realizar el proyecto en las tres comunidades de la ciudad de João Câmara.
En 2021, la empresa china firmó un acuerdo de cooperación con el Gobierno estatal de Río Grande del Norte, después inició la construcción en agosto de 2022, con una inversión total de 9,6 millones de yuanes (cerca de 1,4 millones de dólares), y la finalizó a fines del mismo año.
Para aprovechar los ricos recursos de energía solar en las comunidades, la SGBP también construyó un sistema de generación de energía fotovoltaica. «Soñamos con un proyecto como este durante muchos años», manifestó Tavares, y añadió: «Agradecemos a la SGBP y a todos los que hicieron realidad este proyecto».
Para João Vítor Bastos de Castro, quien vive con su familia en la ciudad de João Câmara, la presencia de la empresa china en la región significa un gran cambio. Bastos, de 33 años, fue recientemente promovido a la posición de supervisor en el complejo eólico Gameleiras, operado por la CPFL.
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«Tras la adquisición de la CPFL, el mayor cambio que encontramos es la atención que presta la empresa a los trabajadores y contratistas locales. La CPFL contribuye a mucho a nuestras vidas», subrayó.
El 16 de febrero, el proyecto de desalinización del agua fue entregado gratuitamente al Gobierno estatal de Río Grande del Norte, que va a encargarse de la administración futura, luego de que la SGBP realice la formación a los técnicos locales.
A ojos de la gobernadora de Río Grande del Norte, Fatima Bezerra, la cooperación China-Brasil es «saludable» y las empresas chinas como la SGBP está introduciendo en Brasil tecnologías que pueden mejorar el bienestar del pueblo.
«Esto retrata cómo las empresas chinas en Brasil se esfuerzan por marcar la diferencia en las comunidades donde operan. Y es también otro logro de la cooperación entre China y Brasil, encaminada a mejorar la calidad de vida y el bienestar de la población», subrayó el embajador chino en Brasil, Zhu Qingqiao.