Se invirtió R $ 76.7 millones y labores permitirán garantizar mayor seguridad en el descenso y ascenso de aeronaves.
Una de las principales puertas de entrada de brasileños y extranjeros a la región amazónica, el Aeropuerto Internacional de Belém ofrece, en este segundo semestre, más seguridad para aterrizajes y despegues.
El Gobierno Federal, a través del Ministerio de Infraestructura (MInfra) e Infraero, concluyó las mejoras previstas para reducir los riesgos durante los descensos y ascensos de aeronaves en el sitio.
Se invirtieron más de R $ 76.7 millones en obras de recuperación de pavimento, adecuación del carril de la pista y ensanchamiento de calles de rodaje.
Cabe precisar que los recursos públicos aplicados provienen del Fondo Nacional de Aviación Civil (Fnac).
Detalles de obras
La etapa 2 de la recuperación del sistema de carriles duró 713 días, entre septiembre de 2019 y agosto de 2021, con una inversión adicional de R $ 60.533.332,52 de Fnac.
Los equipos trabajaron en la renovación de la capa de asfalto a lo largo de toda la pista de despegue y aterrizaje, además de ranuras – ranuras en la pista para asegurar un flujo de agua adecuado – y nueva señalización horizontal.
En los cabeceros 6 y 24 se implantaron zonas de seguridad al final de la pista, las denominadas Resas, y zonas de viraje más próximas.
La iluminación nocturna también se modernizó, con la aplicación de tecnología LED y circuitos duales.
De esta forma, la terminal aérea de Belém se ajusta a las normas de seguridad nacionales e internacionales para la recepción de vuelos nocturnos, y gana en eficiencia en la operación y movimiento de aeronaves.
Importancia de la obra
Esta es una inversión prioritaria de MInfra en el desarrollo de la aviación regional en el país.
El objetivo es promover la integración nacional ofreciendo transporte aéreo seguro a la población de zonas distantes del país, donde otros medios de transporte muchas veces no llegan.
Iniciadas el 6 de julio de 2020, en noviembre finalizaron las obras de adecuación del carril 6/24 y ensanchamiento de las calles de rodaje C y D de la terminal, luego de 486 días de trabajo coordinados por Infraero.
El propósito del trabajo fue incrementar la seguridad operacional de aterrizajes y despegues, reduciendo posibles daños a aeronaves, pasajeros y tripulación en caso de que una aeronave derrape hacia el costado de la pista.