Línea 2 del Metro de Lima: a tiempo de corregir errores
EXMINISTRO DE TRANSPORTES Y COMUNICACIONES
Está en proceso el concurso público internacional para el diseño, construcción, operación, mantenimiento y gestión de la Línea 2 del Metro (Tren Eléctrico) de Lima y Callao cuyo trazo va desde la Carretera Central en Ate hasta el Puerto del Callao con un ramal que conecta el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.
El concurso de concesión es convocado por el actual gobierno a través del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y la agencia ProInversión.
Al nuevo gobierno le correspondía continuar con la experiencia del gobierno anterior en la Línea 1. Pero, en el proceso de la línea 2, decidieron hacerlo de otra manera, empezar nuevamente y repetir experiencias que ya habían fracasado anteriormente. En pocas palabras, el modelo de la Línea 1 ha demostrado ser eficiente, económico y rápido, lo que ha derivado en un resultado exitoso: el tren ya está funcionando en el primer tramo hasta la avenida Grau y en los próximos meses se inaugurará el tramo 2 hasta San Juan de Lurigancho.
El modelo fue: separar la construcción del viaducto y equipamiento electromecánico que se hace por obra pública de la operación y provisión de nuevos trenes que se hace por concesión.
La construcción del viaducto se hizo con el modelo de contratación de “concurso-oferta a precios unitarios” y se permitieron propuestas de mejoras técnicas.
Primer error: el actual gobierno decidió no optar por el “concurso –oferta” e hizo un concurso separado para los estudios y otro para la concesión de la obra. Se contrató así a unos consultores italianos que han sugerido que los 35 km de recorrido se hagan por túnel profundo a 25 metros.
El estudio es a nivel de factibilidad y el monto de inversión es de US$ 6,500 millones. ¿La consecuencia? Se han perdido dos años y medio pues el estudio es solo de factibilidad y el consorcio ganador tendrá que completarlo hasta el expediente técnico.
Con el “concurso-oferta” el expediente técnico ya estaría terminado y ya se habría empezado la construcción.
Segundo error: el actual gobierno se ha empecinado en que todo el trazo sea con túnel profundo.
No se permitieron en el concurso que los postores hicieran propuestas técnicas sobre el viaducto, es decir, no se han comparado las mejores soluciones técnicas.
Si ello hubiera ocurrido con seguridad los postores hubieran recomendado un viaducto mixto: elevado en varios tramos de Ate y el Callao, “trinchera cubierta” (túnel a 5 o 6 metros de profundidad) en otros tramos y túnel profundo (a construirse con “topos” a 25 metros de profundidad) en la zona del Centro Histórico. ¿La consecuencia? Es una línea de metro carísima (sería la más cara del mundo) y el tiempo de construcción casi se duplica. Un método “mixto” sería US$ 2,000 millones más barato (monto que se podría usar en otra línea de Metro) y se construiría en menor tiempo.
Tercer error: el actual gobierno decidió que el concurso fuera “integral” y por tanto que el consorcio ganador “haga de todo”, terminando los estudios, construyendo, equipando, proveyendo los trenes, manteniendo y gestionando el Metro. ¿La consecuencia? Proceso muy complejo, mayores riesgos, mayores costos y sucesivas demoras y postergaciones.
El actual gobierno se equivocó y tiene que admitir su error pero, además, todavía está a tiempo de corregir los errores. Hay mucho dinero e implicancias sociales de por medio.